Momento en que se apagó el pebetero olímpico.
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Río de Janeiro apagó la llama olímpica y despidió a los Juegos, que ponen rumbo a Tokio

La música y el colorido hicieron fundamental de un acto que dejó un mensaje ecológico.

Emulando todo el colorido y la tradición musical de Brasil, se realizó a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en el Estadio Olímpico, con un impresionante final en el cual el pebetero olímpico fue apagado con un mesaje ecológico.

Inicialmente, con la música tradicional brasileña y la interpretación de celebres cantantes cariocas, los asistentes comenzaron a decirle hasta luego al evento más importante del deporte internacional.

Acto seguido, los deportistas que tomaron parte de los Juegos comenzaron a desfilar por el escenario, para luego proseguir la función para unas abarrotadas tribunas.

Luego, se prosiguió a la bajar del hasta a la bandera olímpica, mientras sonaba el himno del Comité Olímpico Internacional. 

La mista fue pasado de las manos del alcalde de Río de Janeiro a las manos de la alcaldesa de Tokio.

Tras esto, la delegación japonesa adelantó un show en el cual mostró lo mejor se su cultura popular, como sus diferentes series de manga y anime, además de videojugos y personajes muy conocidos como Mario Bros.

Momento en que se baja la bandera de los Juegos Olímpicos. 

A su turno, el integrante de la organización Carlos Nuzman se dirigió a los atletas para reclacar que “ustedes son la razon de ser de los Juegos“, mientras que a los aficionados les dijo que "Río de Janeiro hizo historia".

Tras él, Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, resaltó que “nos han demostrado que el deporte une al mundo, gracias atletas refugiados“.

El acto concluyó con el apagado del pebetero olímpico en la cual se simuló una llovizna que apagó la llama olímpica mientras se entonaba otro cantico tradicional brasileño. 

Esto, sirvió para seguir adelante con el mesaje de conservación de la naturaleza que han transmitido estos Juegos, en el cual la idea principal fue la renovación. 

Tras esto, el publico vivió los últimos acordes de la noche al ritmo de la samba, tradicional musica de Río de Janeiro, el tema 'Ciudad Maravillosa'. Acto seguido, un verdadero carnaval desfiló por el estadio dando a los aficionados una despedida para nunca olvidar en medio de los fuegos artificiales.

De esa manera se dieron fien a la fiesta más esperada del deporte mundial y desde ahora los aficionaos apuntan sus ojos a Tokio, donde dentro de 4 años se volverán a reunir en busca unir almundo en torno de la disciplina y la identidad deportiva. 

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